Experiencias Después del Terremoto

Lo siguiente fue escrito por el P. Alvaro Martinez, el vicedirector de los Columbanos en Chile:

Experiencias después de visitar lugares del terremoto y tsunami

El jueves 4 de marzo partimos cuatro personas, Eduardo, camarógrafo, Francisca periodista del canal de televisión UCVTV, y Fernando, mi cuñado que hizo de fotógrafo. El destino fue Pencahue, localidad de la séptima región de Chile. Inicialmente el motivo fue llevar ayuda para los damnificados y visitar a mi hermana que ha sufrido perdida total de su casa . Pero Dios y las posibilidades tecnológicas quisieron agregar otros deseos. Fue como así surgió la idea de documentar el daño producido por el terremoto. Aunque el destino inicial era el pueblote Pencahue, lo masivo de la destrucción nos motivo a visitar mas lugares, algunos de ellos son: Pencahue, botalcura, corinto, Curepto, iloca, hualañe, sagrada familia, entre otros.

La destrucción masiva de hogares, empleos, sueños y esperanzas se entremezclan con sueños y deseos de levantarse. Comunidades como Pencahue que ha perdido cerca de mil casas, cifras parciales entregadas por la autoridad local. Curepto mas del sesenta por ciento destruido. Corinto, botalcura masivamente destruidos y dañados por el efecto del terremoto e iloca que no solo el terremoto sino que también fue azotado por el tsunami.

Las historias escuchadas y contadas son tantas , la gente dormía fuera de sus casas por temor, o simplemente porque ya no tiene donde vivir. Vimos bebes durmiendo en la calle , gente adulta mayor llorando y tratando de explicar por medio de la fe lo que les había producido este sismo de tan altas dimensiones. Algunas de las historias movieron tanto el corazón que algunos de los integrantes contenían las lagrimas, sin embargo, el corazón lloraba, como no cuando una mujer se nos acerca y dice “ yo no quiero ayuda , gracias a Dios estoy viva y algo tengo para sobrevivir lo que necesito es que me escuchen” como no quebrarse frente a la historia de mujeres peleándose a golpes por una ración de comida, o mujeres y hombres rotos por los golpes de las murallas que caían encima de ellos. Gritos de niños que dicen aquí también necesitamos ayuda.

Podría contarles mil historias mas, describir mil rostros mas, o el reencuentro de un padre con su hijo en Iloca. A este padre que llevamos desde la carretera y lo acompañamos durante tensos minutos buscando, preguntando, clamando donde esta el hijo, donde esta quedándose, quien lo esta cuidando, finalmente encontramos la casa y se pudieron juntar, reencontrase y empezar los abrazos de estos dos personas que quizás nunca los volvamos a ver. Sin embargo, esos minutos de búsqueda y el reencuentro jamás se nos olvidaran.

Finalmente. El terremoto ha pasado y el mar ha vuelto a su ritmo normal. Pero hoy se empiezan a visualizar los primeros replicas humanas del fuerte sismo. Es decir, los traumas post terremoto están apareciendo , están apareciendo los miedos a los ruidos, los efectos físicos del cansancio, la incapacidad de contar y recontar el momento vivido por las personas en estas localidades, eso empieza a salir a través de signos físicos , lo material es urgente pero no nos olvidemos de esta otras dimensiones del la vida humana, las palabras no dichas y las experiencias no contadas, son necesarias decirlas y escucharlas. La reconstrucción de este país no es solo casas, también es moral, no podemos negar los saqueos o pretender que no pasaron, el mundo espiritual y sicológico también están dañados y necesitan ser reconstruidos.

La verdad es que las palabras no pueden expresar lo que hemos sentido y vivido. Al final de los mas de mil kilómetros recorridos, Fernando hace la referencia a lo que hemos vivido es aún mas fuerte de lo mostrado en televisión. Si era mas crudo, pero creo que la respuesta se traduce en: la televisión no puede transmitir los olores, los sueños e historia contadas al calor de un mate o sopaipilla compartida. Creo que si eso nos pasó es que pudimos tocar las llagas de Cristo y sentir con él, la pena de sentirse abandonado por su Padre, estos son los cristos que claman Dios, mío Dios mío porque me has abandonado. Sin duda, nos dejo tocar ese momento y compartirlo con los Cristos de hoy pero también pudimos compartir las palabras de esperanza de Jesús , en tus manos encomiendo mi espíritu. Como dijo una anciana Dios me ha dado esta experiencia y pude vivirla con Él.

Alvaro Martinez.